Llegamos a Milán, y de ahínos dirigimos hacia el Lago Maggiore, el segundo más grande del país después de del de Garda. Aquí hay hoteles en la misma orilla del lago. Nosotros nos alojamos en el espectacular Hotel Villa e Palazzo Aminta.

En esta zona hay majestuosos palacios para visitar y una parada obligatoria, las islas Borromeas. Aquí destaca la localidad de Stresa, que ofrece unas vistas incomparables de la zona. Además, os recomiendo la subida en funicular hasta la cima del monte Mottarone, desde donde se puede divisar Suiza. También es muy bonita la visita a los jardines de tulipanes de Verbania.

A tan sólo unos pocos kilómetros de la frontera con Suiza, merece una parada Cannobio, un pequeño pueblo medieval que parece sacado de un cuento. Durante nuestra visita, admiramos la belleza de su casco antiguo y desde ahí hicimos varias excursiones. Destacaría la salida en velero hasta llegar a las ruinas de los Castelli del Malpaga.

El Lago D’ortatambién es un importante atractivo para los visitantes, sobre todo el pueblo medieval de Orta San Giulio. Es pequeño, así que es buena idea alquilar un coche y pasar un día recorriéndolo libremente.

Y en nuestra ruta por los grandes lagos italianos no podíamos dejar de visitar el Lago de Como, tan conocido por los famosos que pasan allí sus vacaciones cada año. Se encuentra entre montañas y bosques y ofrece unos paisajes espectaculares. Como tiene un gran variedad oferta de hoteles de lujo, restaurantes, locales de ocio… Una cosa que nos encantó fue la opción de recorrer la zona en motocicleta. Después disfrutamos de una cena en uno de los restaurantes más solicitados, Il Gato Nero.

Un viaje muy romántico, diferente, que ofrece la posibilidad de organizarlo libremente a gusto de cada uno… Nos queda mucho por ver de los grandes lagos de Italia… ¡así que volveremos!


Carmen Luisa y Alberto A Coruña